El doctor Gómez le explicó su pronóstico a Anselmo con absoluta claridad.

No había nada que hacer. Sentado frente a él en su consulta, el doctor no sabía cómo consolar a su paciente.

-En estos momentos Anselmo, es cuando hay que ser fuerte ante las pruebas que nos pone la vida -dijo el doctor Gómez-

-Me imaginaba lo peor -contestó Anselmo- pero no sé si podré sobrellevarlo, es muy duro y más ahora, precisamente ahora, en este momento de mi vida.

-Le comprendo perfectamente. Créame, Anselmo, para mí no es fácil pasar por esta prueba con usted.

-Sí doctor, pero al menos usted tiene la experiencia, de cuando les dice a los pacientes que su estado es terminal.

-Eso es cierto Anselmo, pero tenga en cuenta, que nunca le había dicho a un paciente que me había acostado con su mujer.