Hoy he comido arroz con huevo y un filete con patatas. El arroz un poco insípido y el filete no estaba mal. De postre una cuajada. Para beber vino y gaseosa.
Tenía razón mi amigo Eugenio, cuando me aconsejó sobre como debía proceder. Le dije que no tenía trabajo, ni paro, ni nada y que tenía que mendigar hasta la comida. Entonces él me explicó lo que debería hacer: atracar una tienda. Pensé que estaba loco, pero Eugenio era hombre de mundo y tenía algunos conocimientos de derecho, adquiridos a lo largo de su azarosa vida.
–Tú atracas una tienda con un buen cuchillo y usando un poco de violencia y retienes a los empleados. Eso sí, por favor, temple y mano fría, una cosa es gritar y otra cargarse a alguien. Después al cabo de por lo menos un par de horas, te entregas a la policía. Con un poco de suerte te toca un juez con sentido común y te envía a la cárcel en espera de juicio. Y ya está, en la cárcel se discreto, colabora y no te metas en líos y podrás tener cada día desayuno, comida y cena. Igual te caen unos pocos años, pues aprovéchalos para aprender un oficio o para terminar la secundaria.
Esta noche tenemos de cena acelgas rehogadas y calamares de esos congelados. Y ojo que me han chivado que el domingo hay pollo asado, con lo que me gusta…
Yo creo que he cogido algún kilito y todo…
Ana Piera dijo:
¡Buenísimo! y bueno esa foto del pollo me ha abierto el apetito acá apenas es pasado medio día. Pero lo que relatas en tu cuento es verdad, mucha gente prefiere estar en la cárcel, tienen asegurados alimentos y como bien dices, si se portan bien pueden aprovechar de programas de capacitación. Tu personaje es muy»sabius» como tú. ¡Saludos!
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sabiusblog dijo:
En épocas de crisis extrema, cualquier solución puede ser válida, pese al riesgo que supone. Hay que estar muy desesperado, pero por desgracia estas cosas pasan. Un abrazo Ana, me alegra que te haya gustado. Buena semana.
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Una mirada... dijo:
Pues no te creas, que reflexiones en ese sentido -sin terminar por llevarlas a cabo- las he escuchado en alguna ocasión, entre risas y cierta amargura. Quien ha perdido toda esperanza de integrarse en la supuesta normalidad (si acaso existe) quizás lo ha pensado en alguna ocasión. E incluso he oído que algún señor mayor, harto de malvivir, se decantó por cometer un delito para asilarse en prisión.
Cordialidades.
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sabiusblog dijo:
Así es, una solución un tanto drástica. Recuerdo una película antigua, pero no recuerdo el título, que trata sobre la vida carcelaria y uno de los protagonistas, es liberado tras cumplir larga condena. Es tal su desesperación al salir a la sociedad y sentirse tan extraño, que finalmente se suicida. Al menos mi prota, puede estar alimentado y comerse un buen pollo asado. Un abrazo
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luciaheart dijo:
Que duro tener que actuar así, para poder comer. Pero me imagino que esto puede pasar realmente entre aquellos que ya no tienen nada que perder, que han llegado al límite. Y todo es cuestión de positivizar e incluso de aprovechar el tiempo. ¡que interesante! Un beso Sabius
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sabiusblog dijo:
Dice el refrán que «a grandes males, grandes remedios», y cuando el hambre aprieta, también aprieta la desesperación. Por suerte a mi protagonista, su amigo Eugenio, le trazó un buen plan para poder conseguir su objetivo. Un abrazo Lucía.
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azurea20 dijo:
El pollo tiene una pinta buenísima. Pero la verdad es que no sé si hay gente que puede llegar a esos extremos de desesperación. Me parece horrible y muy triste. La vida solo merece la pena ser vivida en libertad. Un abrazo y buen día-
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sabiusblog dijo:
En los comentarios aparece la palabra desesperación, crisis. Siendo una ficción a mi ya no me sorprendería nada. Al menos que sirva de reflexión y acercamiento a los más desfavorecidos. Un abrazo Azurea.
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lauhra dijo:
🤣🤣🤣 Se ríe una por no llorar…
Saludos cordiales.
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sabiusblog dijo:
Pues sí, solo pensar que eso pudiera suceder es triste, pero aunque sea ficción, me temo que podría pasar. Reir mejor que llorar, sin duda. Un abrazo Laura.
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recuerdosparacuerdos dijo:
Espero no llegar a eso. llevo 6 días en el hospital y no veo la hora de que llegue el lunes y me den el alta. Aquí se come bien, pero prefiero el hambre de fuera….Un abrazo amigo.
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sabiusblog dijo:
Vaya, lo siento y espero que el lunes te envíen a casa y por supuesto que te recuperes de lo que te pase. En esas circunstancias comprendo que prefieras el hambre de fuera. Recibe mi abrazo, cuidate amigo y mucho ánimo.
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