Habíamos vivido en paz durante grandes períodos de tiempo. Pero una mañana nuestros sistemas de alarma y protección sensorial, divisaron una nave extraña, con intención de aterrizar en el sector 233, área 11 vórtice LZ70 de nuestro planeta, lo que finalmente consentimos, tras reunión urgente del Comité de Especies Galácticas y como muestra de buena voluntad.
Hacía allí se dirigió una representación del Mando Gobernante, con el Proministro Rahyxnaw a la cabeza.
Cuando se abrió la compuerta de la nave, descendió por la misma, un extraño ser vestido de una manera bastante ridícula y luego otro y finalmente un tercero. Nos dimos cuenta de que eran de una galaxia lejana y sin duda más atrasada que nosotros, porque la nave era muy anticuada y porque portaban unas rudimentarias armas a su cintura.
A través del traje blanco que llevaban era difícil divisar como eran físicamente, pero pronto nos dimos cuenta de que eran bípedos, pues se apoyaban para moverse en sus extremidades inferiores y al igual que nosotros, disponían de extremidades superiores, incluso de una cabeza enorme o al menos eso parecía bajo el casco que portaban.
De repente, sonó una voz a través de algún rudimentario amplificador. El sistema galáctico de traducción SGT, nos indicó que el idioma que hablaban era un idioma empleado en el entorno de la latitud 37.09024 y longitud -95.712891 del planeta Tierra.
Cuando nos acercamos, sus gestos denotaban sorpresa y comenzamos a pensar que eran parecidos a nosotros, al menos exteriormente.
A través del SGT pudimos empezar a hablar, dándoles la bienvenida a nuestro planeta, como muestra de buena voluntad. Les dijimos que estábamos en el Sistema Corelliano y que proveníamos del propio Corellia donde se instruyeron nuestros pilotos que son de los mejores de la galaxia.
Ellos sin embargo, usaron un lenguaje poco diplomático, osaron interrumpirnos, apenas se presentaron, afirmando con una enorme soberbia, que se consideraban libertadores de nuestro planeta y en consecuencia iban a colonizarlo. Así que, sin mediar palabra ni diálogo previo, bajaron un estandarte o bandera y lo clavaron en nuestro suelo. Era un extraño estandarte compuesto por barras y estrellas.
Ese gesto de desafío nos pareció absurdo, y no nos gustó, especialmente al Proministro Rahyxnaw entre otras cosas, porque a nuestro entender es un gesto de hostilidad, penetrar nuestro sagrado suelo con elementos extraños. Así que el Proministro y los generales dieron la orden de apresamiento, que los droides de combate cumplieron con su habitual eficacia.
Los invasores quedaron inmediatamente inmovilizados y teletransportados al presidio en los Mundos Dobles. No sabíamos que hacer con ellos, porque no nos aportan nada, su planeta Tierra es de los más atrasados de la Galaxia.
Pero no somos malvados, así que enviamos unas señales a un lugar que ellos llamaron Houston, para comunicar que les teníamos retenidos, pero que estaban a salvo, por si querían venir a rescatarlos, ya que su antigualla de nave, no podría ni despegar.
Sin embargo, han pasado ya muchos episodios temporales y nadie responde.
Con el tiempo, comprobamos que los invasores tenían altas similitudes biológicas con nosotros, así que decidimos sacarlos del presidio al comprobar que no eran peligrosos. Al contrario, eran sumamente ingenuos.
El caso es que los terrícolas se están habituando a nuestro estilo de vida, y no salen de su asombro con algunas de nuestras costumbres y de nuestros adelantos tecnológicos. Incluso se han integrado en nuestros más destacados hábitos sociales.
Pero lo que más les llamó la atención fue el día en el que les dijimos que aquí se envejece con gran lentitud y sin secuelas físicas, de manera que cada año de vida Corelliano, equivale a quince años terrestres.
Desde ese momento, nos han pedido que dejemos de avisar a Houston.
Imagen de Luis Soriano en Pixabay
beauseant dijo:
A veces quieres colonizar la galaxia entera y acabas colonizado 🙂
Pero deberían tener cuidado, hay algo podrido y ponzoñoso en el alma de esas criaturas que han acogido. Algo que en algún momento querrá salir y destruirlo todo… así son esas criaturas, no pueden evitarlo. O quizás sí, pero no quieran hacerlo.
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Sabius dijo:
Creo que esas criaturas aunque sean ponzoñosas, no tienen nada que hacer ante una civilización más adelantada que la suya. El problema son los que se creen amos del mundo y del universo. Pero un buen golpe de modestia y humildad le viene bien a cualquiera y seguro que aquí no es una excepción. Gracias por tu visita. Un abrazo.
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Patricia dijo:
Cuando nuestra humanidad supere a nuestra tecnología,los Corellianos vendrán,pero entiendo que de momento no nos toquen ni con palo.
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Sabius dijo:
Los Corellianos pasan ampliamente de los terrícolas, dado nuestro atraso galáctico. Aunque quizás fuera interesante que nos visitasen unos días y hablen con nuestros políticos, para que entendiesen mejor si cabe, el porqué de nuestro atraso. Un abrazo Patricia.
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Montalleri dijo:
Están rodeados de jerarcas, ejército y droides de Corellia y a los tres terrícolas, solo se les ocurre empezar a colonizar. Supongo que siguen instrucciones, pero no tienen remedio. Al menos allí se rejuvenecerán. Curioso e inteligente texto. Un abrazo amigo.
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Sabius dijo:
Las ocurrencias que no se piensan y las instrucciones que se deben seguir a toda costa. No parece necesario pensar. Y a mal dadas, la culpa será de otros. Tienes razón: no tienen remedio. Gracias por tus palabras y otro abrazo para tí.
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Diana Lobos dijo:
👏👏👏 como siempre ! Qué bueno rebueno . 💥
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Sabius dijo:
Gracias por tu comentario Diana, me alegra que te haya gustado ✨🙋♂️ Abrazo
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Una mirada... dijo:
O sea, que no les es suficiente con hacer el ridículo en el propio planeta y tienen que darlo a entender en galaxia ajena… ¿Pero estos de las barras y las estrellas a qué iban, a buscar el elixir de la vida cuasi eterna? Anda que…
Lo has clavao.
Cordialidades.
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Sabius dijo:
Serán las instrucciones que no han de cuestionarse (y por tanto tampoco se piensan) o tal vez el talento que se atribuyen pomposamente a si mismos. Pero la galaxia es «otra liga» y las actitudes terrícolas son más de bien de «andar por casa», frente a los Corellianos y otros compañeros galácticos. Mejor que estemos calladitos… Lo bueno es que al menos tardarán un tiempo en tener más arrugas 😃 Un abrazo.
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Consumidempobreceos dijo:
Una buena historia. Abrazos Sabius.
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Sabius dijo:
Muchas gracias por tus visitas y un abrazo 👋🙋♂️
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Eva dijo:
A los terrícolas nos hace falta una buena cura de humildad, pero no sé yo si a estos tres les mueven simplemente motivos egoístas para quedarse en Corellia, y no han aprendido absolutamente nada de la generosidad de sus anfitriones. Una pena, pero yo los tendría un poco controlados por si acaso, o los mandaría de vuelta en su cochambrosa nave y que los aguanten en su casa. A veces la Ciencia ficción nos hace pensar, como en este relato tuyo, Sabius.
Un abrazo grande.
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Sabius dijo:
La humildad es una virtud que no abunda demasiado en muchos ámbitos y sin duda escasea entre los invasores colonizadores. Tampoco abunda el respeto, pero para eso no hay que ir muy lejos, pues basta con poner las noticias en la tele. Los Corellianos demuestran estar muy por encima, no solo en temas tecnológicos, sino en mostrar generosidad y altruismo. Pienso como tú, también enviaría a los invasores de vuelta a casa, porque son expertos en liarda parda 😉 Otro abrazo para tí Eva. Ya no queda nada para el finde 🍷
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emilio gil unjubilado dijo:
Houston… Houston… Avisa inmediatamente a todos los terráqueos que aquí en Corellia se vive de maravilla, hasta la escafandra esta que llevamos en la cabeza, nos la podemos quitar para respirar bien, les iremos invadiendo poco a poco y agotaremos todos sus recursos que para reunir a todos los que tenemos en la Luna, Marte, Miércole… necesitamos mucho espacio y en este sistema lo tenemos en abundancia y cuando consigamos meter alguno de los nuestros en sus gobiernos, el resto es pan comido.
Abrazo
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Sabius dijo:
La estrategia que defines es muy lógica, pero los Corellianos están muy por delante de los terrícolas en todos los ámbitos y sospecho que son bastante más inteligentes. Pero sin duda, ese afán conquistador terrícola se irá enfriando, que bastantes problemas tienen ya en su planeta Tierra. Un abrazo.
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Montse dijo:
Conociendo como conocemos a los terrícolas pronto se cansarán de la eterna juventud y querrán hacerse con el poder del planeta Corellia. Yo no me fiaría un pelo, parecen inofensivos pero son envidiosos y seguro que traman algo.
Excelente tu relato, siempre sorprendente e imaginativo.
Muchos besos.
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Sabius dijo:
En otros comentarios tampoco se fían de los terrícolas ¡vaya fama! jajaja, pero los Corellianos son más inteligentes. Además creo que bastantes problemas tienen en su planeta Tierra para lanzarse a conquistas con poco margen de éxito. Claro que…. si gana Trump ¡¡¡¡¡ Un abrazo Montse.
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barbaragarciacarpi dijo:
Lo de las barras y estrellas me suena un pelín mientras me parece oír «Levando Anclas». ¡Mon dieu quel horreur! Y los tres son de Huston…
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Sabius dijo:
Me parece a mi que estos terrícolas poco van a levar anclas con su cacharro de nave. Pero el afán colonizador terrícola es muy grande aunque estemos algo atrasados: basta con ver la de líos que existen en la tierra, que deberían ser prioritarios en resolver. Un abrazo Bárbara.
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marylia4 dijo:
Así que iban a colonizarlo, qué ingenuos en el fondo. Genial!!! Un abrazo.
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Sabius dijo:
Ya sabes que hay algunos que se creen los amos del mundo y por lo visto, también del universo. No tienen remedio, como alguien ha dicho en otro comentario. Un abrazo.
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