-Jopetas – exclamé cuando, una vez más, mamá me dijo que teníamos que cambiar de ciudad-

Era la sexta vez en los últimos años y la causa eran siempre las invasiones de insectos.

Me llamo Patri y al principio me daba algo de miedo, aunque no viera ninguna cucaracha, ni ningún escarabajo.

Y así vivimos desde que recuerdo, porque yo soy aún pequeña, tengo doce años.

A veces las pocas amigas que puedo hacer en tan corto tiempo, no se lo creen y me dicen que papá y mamá mienten, porque según ellas no hay ninguna invasión de insectos.

Pero yo les digo que es verdad y que a papá le dan miedo las patas de los bichos, que deben ser enormes, porque siempre antes de marcharnos de cada pueblo, suele decir en voz alta…

-¡¡Vámonos de aquí, que tenemos que salir por patas!!


Imagen de Iqbal Nuril Anwar en Pixabay